miércoles, 19 de abril de 2017

FREUD: TÓTEM Y TABÚ Capítulo 4. El sacrificio del padre

FREUD: TÓTEM Y TABÚ 


Capítulo 4. El retorno infantil del totemismo.

“Se enlaza esta tentativa a una hipótesis de Darwin sobre el estado social primitivo de la humanidad. De las costumbres de los monos superiores, dedujo este autor que el hombre vivió también, primitivamente, en pequeñas hordas, dentro de las cuales quedaba impedida la promiscuidad sexual, por los celos del macho más viejo y robusto: “Por lo que sabemos de los celos de todos los mamíferos, muchos de los cuales se nos muestran armados de órganos especiales, destinados a la lucha contra sus competidores, podemos concluir, en efecto, que la promiscuidad general de los sexos en el estado de naturaleza, es un hecho muy  poco probable…Pero si remontándonos suficientemente en el tiempo, juzgamos las costumbres sociales humanas, conforme a la esencia del hombre actual, la conclusión que se nos aparece como más probable, es la de que los hombres vivieron primitivamente en pequeñas sociedades, teniendo generalmente cada uno, una sola mujer, y a veces, si poseía un alto grado de poderío, varias, que defendía celosamente contra todos los demás hombres…En los grupos de estos animales se ha comprobado siempre, efectivamente, la presencia de un único macho adulto. Cuando el gorila joven llega un cierto estado de su crecimiento, lucha con los demás, por el dominio absoluto del grupo y después de matarlos o expulsarlos, se constituye en jefe supremo (doctor Savage, en el Boston Journal of Natur. Hist., V, 1845-1847) …

Atkinson parece haber sido el primero en reconocer que las condiciones que Darwin asigna a la horda primitiva implican la exogamia de los varones jóvenes. Cada uno de estos desterrados podía fundar una horda análoga, en el interior de la cual quedaba garantizada y mantenida, por sus celos, la prohibición de las relaciones sexuales. De este modo, acabaron tales condiciones por engendrar la regla que hoy en día se nos muestra como ley consciente, o sea, la prohibición de las relaciones sexuales entre miembros de la misma horda. “ [2]
“La psicoanálisis nos ha revelado  que el animal totémico es, en realidad, una sustitución del padre…
 La teoría darwiniana no concede, desde luego, atención ninguna a los orígenes del totemismo. Todo lo que supone es la existencia de un padre violento y celoso, que se reserva para sí todas las hembras y  expulsa a sus hijos conforme van creciendo…
Basándonos en la fiesta de la comida totémica, podemos dar a estas interrogaciones, la respuesta siguiente: los hermanos expulsados se reunieron un día, mataron al padre y devoraron su cadáver, poniendo así un fin a la existencia de la horda paterna. Unidos, emprendieron y llevaron a cabo lo que .individualmente les hubiera sido imposible…Tratándose de salvajes caníbales, era natural que devorasen el cadáver. Además, el violento y tiránico padre constituía seguramente el modelo envidiado y temido de cada uno de los miembros de la asociación fraternal, y al devorarlo, se identificaban con él y se apropiaban una parte de su fuerza. La comida totémica, quizá la primera fiesta de la humanidad, sería la reproducción conmemorativa de este acto criminal y memorable, que constituyó el punto de partida de las organizaciones sociales, de las restricciones morales y de la religión.
…Odiaban al padre que tan violentamente se oponía a su necesidad de poderío y a sus exigencias sexuales, pero al mismo tiempo, le amaban y admiraban. Después de haberle suprimido y haber satisfecho su odio y su deseo de identificación con él, tenían que imponerse, en ellos, los sentimientos cariñosos, antes violentamente dominados por los hostiles. A consecuencia de este proceso afectivo, surgió el remordimiento y nació la conciencia de la culpabilidad, confundida aquí con él , y el padre muerto adquirió un poder mucho mayor del que había poseído en vida, circunstancias todas que comprobamos aún, hoy en día, en los destinos humanos. Lo que el  padre había impedido anteriormente…se lo prohibieron luego los hijos a sí mismos, en virtud de aquella “obediencia retrospectiva”…rehusando el contacto sexual con las mujeres, accesibles ya para ellos. De este modo, es como la conciencia de la culpabilidad del hijo, engendró los dos tabú fundamentales del totemismo, los cuales tenían que coincidir, así, con los dos deseos reprimidos del complejo de Edipo…
Los dos tabúes del totemismo, con los cuales se incia la mral humana, no poseen igual valor psicológico. Sólo uno de ellos, el respeto al animal totémico, reposa sobre móviles afectivos; el padre ha sido muerto y no hay ya nada que pueda remediarlo prácticamente. En cambio, el otro tabú, la prohibición del incesto, presenta también una gran importancia…La necesidad sexual, lejos de unir a los hombres, los divide. Los hermanos, asociados para suprimir al padre, tenían que convertirse en rivales al tratarse de la posesión de las mujeres. Cada uno hubiera querido tenerlas todas para sí, a ejemplo del padre, y la lucha general que de ello hubiese resultado habría traído consigo el naufragio de la nueva organización…Así pues, si los hermanos querían vivir juntos, no tenían otra solución que instituir…la prohibición del incesto…De este modo, salvaban la organización que les había hecho fuertes y que reposaba, quizá, sobre sentimientos y prácticas homosexuales, adquiridos durante la época de su destierro.” [3]


[1] FREUD, Sigmund: Tótem y tabú. Madrid: Alianza Editorial. 14ª edición. 1985. Bilbao. (revisar bibliografía) (Título original: Totem und Tabu. Londres. 1966)
[2] FREUD, Sigmund: Tótem y tabú. Página 162,163
[3] FREUD, Sigmund: Tótem y tabú. Página 182-185


Bibliografía:
Sigmund: Tótem y tabú. Madrid: Alianza Editorial. 14ª edición. 1985. Bilbao. (revisar bibliografía) (Título original: Totem und Tabu. Londres. 1966)
Webgrafía:
https://thetimetravelcollective.files.wordpress.com/2011/12/mzl-azbrrmue-320x480-75.jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario

FRITOJ CAPRA: "SABIDURÍA INSÓLITA" Personaje: GROF

FRITOJ CAPRA  SABIDURÍA INSÓLITA.  Conversaciones con personajes notables ED. KAIRÓS, 3ª EDICIÓN, 2003. 4. NADANDO EN UN ...